(del diario personal del dr. Sverennson)
El banquero suizo.
El monitor de esquí.
El importador – exportador.
El subsecretario de estado nipón.
El chófer del subsecretario.
La striper del canal.
El botones de aquel hotel de NY…
La lista es larga, y el último puede haber sido el primero, o un futuro candidato.
Mas no parece importarte, asumes bien mi papel en tu historia.
Pero tus ojos delatan la pérdida; la fe y no solo tus dedos son los que me sueltan al despedirse de mí.
Tus labios besan temiendo la última oportunidad y tu cuerpo reacciona mal ante mi maquinal arrobo.
Cada año es lo mismo.
Regreso a la fábrica que me vio nacer y tú me recoges unas semanas después con la esperanza de reconocerme de nuevo a la salida.
La incertidumbre se desvanece al yo cumplir la promesa, aquella que nunca formulé pero que tú esperas, como un ritual, desde el primer día.
Jamás sabes cuándo lo extravías, por eso regresarte el amuleto, el que llevas siempre contigo y del que yo nunca debo saber, cierra cada uno de nuestros reencuentros.
Y hace que yo reconquiste al hombre de mi vida.
"tus ojos delatan la pérdida" es una frase maravillosa.
ResponderEliminarbesos
L.
maravillosa, sí, y muy cierta!
ResponderEliminarUn arrobo maquinal es difícil de aceptar.
ResponderEliminarSi hasta los naturales a veces molestan...
Saludos.
"Soledad esmeralda, embriagada"
ResponderEliminarNo creo que haya nada mejor...
La lista podía haber sido mucho más larga.
Siempre te despides de ti, cuando llega el momento.
Como mirando al cielo en el último beso.
Cayendo al vacío en unos nuevos brazos.
Buscando la primera palabra,
ese amuleto que entregas una y otra vez,
llena de incertidumbre,
la que da,
la espera de una promesa.
Perdí la cordura, contemplando un cuadro...
de tu exposición.
Me olvide de ti y de mí.
Del tiempo...
A veces pasan cosas extrañas. A veces pasa que una persona se convierte en un amuleto, en un ritual de carne que se repite ciclo a ciclo. A veces, sin nombres.
ResponderEliminarBesos.
Siempre puede ser la ultima vez..o la primera.. El tiempo tiene ese detalle: es irreversible segun la memoria y como se comience a escribir el sueño...
ResponderEliminarmi beso
el tiempo...
ResponderEliminarquizá ahí radique todo
incluso esta obsesión que siento por él, cada vez que, al venir a recogerme, me habla de amor con tan sólo mirarme a los ojos
No hacen falta fábricas.. ... ni ser máquina..
ResponderEliminartener corazón y cambiar y evolucionar..
y la re conquista se torna inevitable... ante el desconocimiento por el que el cambio lleva nuestra vida..... nada permanece inmutable.. nada.
Besos
Como me gusta venir a leerte y que se pare el tiempo mientras voy surcando tus letras.
ResponderEliminarEl tiempo que sabiamente juega sus cartas siempre y siempre gana sea cual sea el rival.
Besos y susurros muy dulces mi niña
La promesa es un boomerang.
ResponderEliminarUn gran saludo.
Gracias, por tu visita a mi blog, y tu comentario. El tuyo me parece muy interesante esta ultima entrada me gusto mucho.
ResponderEliminarBesos.
Las promesas nunca deben ser pronunciadas...
ResponderEliminarAhora te dejo un abrazo.